Yo leo a los maestros

domingo, 13 de diciembre de 2015

José Ángel Buesa (1910 - 1982) Cuba


SONETO DEL CAMINANTE

No despiertes jamás para vivir tu sueño
pues el sueño es un viaje mas allá del olvido,
tu pie siempre es más firme después de haber caído,
solo es grande en la vida quien sabe ser pequeño.

El amor llega y pasa, como un dolor risueño,
como una rama seca donde retoña un nido.
sólo tiene algo suyo quien todo lo ha perdido,
nadie es dueño de nada sin ser su propio dueño.

La vida será tuya, será tuya si sabes que es ajena,
que es igual ser montaña que ser grano de arena,
pues la calma del justo vence al furor del bravo.

Y aprende que el camino nace del caminante,
pues por más que ambiciones, humilde o arrogante,
sólo has de ser dueño de lo que eres esclavo.
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POEMA DEL DOMINGO TRISTE

Este domingo triste pienso en ti dulcemente
y mi vieja mentira de olvido, ya no miente.

La soledad, a veces, es el peor castigo...
Pero, ¡qué alegre todo, si estuvieras conmigo!

Entonces no querría mirar las nubes grises,
formando extraños mapas de imposibles países;

y el monótono ruido del agua no sería
un motivo secreto de mi melancolía.

Este domingo triste nace de algo que es mío,
que quizás es tu ausencia y quizás es mi hastío,

mientras corren las aguas por la calle en declive,
y el corazón se muere de un ensueño que vive.

La tarde pide un poco de sol, como un mendigo,
y acaso hubiera sol si estuvieras conmigo;

y tendría la tarde, fragantemente muda,
el ingenio impudor de una niña desnuda.

Si estuvieras conmigo, amor que no volviste,
¡qué alegre me sería este domingo triste!
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ARTE POÉTICA

Ama tu verso, y ama sabiamente tu vida,
la estrofa que más vive, siempre es la más vivida.

Un mal verso supera la más perfecta prosa,
aunque en prosa y en verso digas la misma cosa.

Así como el exceso de virtud hace el vicio,
el exceso de arte llega a ser artificio.

Escribe de tal modo que te entienda la gente,
igual si es ignorante que si es indiferente.

Cumple la ley suprema de desdeñarlas todas,
sobre el cuerpo desnudo no envejecen las modas.

Y sobre todo, en arte y vida, se diverso,
pues solo así tu mente revivirá en tu verso.
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CANCIÓN DEL VIAJE

Recuerdo un pueblo triste y una noche de frío
y las iluminadas ventanillas de un tren.
Y aquel tren que partía se llevaba algo mío...
- Ya no recuerdo cuándo. Ya no recuerdo quién...

Pero sé que fue un viaje para toda la vida,
y que el último gesto fue un gesto de desdén,
porque dejó olvidado su amor sin despedida
igual que una maleta tirada en el andén.

Y así mi amor inútil, con su inútil reproche,
se acurrucó en su olvido, que fue inútil también,
como esos pueblos tristes donde llueve de noche,
como esos pueblos tristes donde no para el tren..
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SÍMIL DEL ÁRBOL

Árbol ya largamente florecido,
con el tronco tatuado de iniciales,
lo dejaron en pie los vendavales,
sin una hoja, ni una flor, ni un nido,

igual que un corazón envejecido
que aún palpita, sin bienes y sin males,
lleno de sal, como los litorales,
con fatiga de amor y sed de olvido.

Pero en el árbol se detuvo un día,
para cantar, un pájaro viajero,
y el tronco aquel sintió que florecía...

como florece un corazón huraño,
para después sentir que le hace daño
la flor tardía de su amor postrero.
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AMOR PPROHIBIDO

Solo tú y yo sabemos lo que ignora la gente
al cambiar un saludo ceremonioso y frío,
porque nadie sospecha que es falso tu desvío,
ni cuánto amor esconde mi gesto indiferente.

Solo tú y yo sabemos porqué mi boca miente,
relatando la historia de un fugaz amorío;
y tú apenas me escuchas y yo no te sonrío...
y aún nos arde en los labios algún beso reciente.

Solo tú y yo sabemos que existe una simiente
germinando en la sombra de este surco vacío,
porque su flor profunda no se ve, ni se siente.

Y así, las dos orillas, tu corazón y el mío,
pues, aunque las separa la corriente de un río,
por debajo del río se unen secretamente.
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LA SED INSACIABLE

 Decir adiós... La vida es eso.
 Y yo te digo adiós, y sigo...
 Volver a amar es el castigo
 de los que amaron con exceso.
 
 Amar y amar toda la vida,
 y arder y arder en esa llama.
 Y no saber por qué se ama...
 Y no saber por qué se olvida...

Coger las rosas una a una,
 beber un vino y otro vino,
 y andar y andar por un camino
 que no conduce a parte alguna.

 Sentir más sed en cada fuente
 y ver más sombra en cada abismo,
 en este amor que es siempre el mismo,
 pero que siempre es diferente.

 Porque en el sordo desacuerdo
 de lo soñado y lo vivido,
 siempre, del fondo del olvido,
 nace la muerte de un recuerdo.

 Y en esta angustia que no cesa,
 que toca el alma y no la toca,
 besar la sombra de otra boca
 en cada boca que se besa...
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POEMA DE LAS COSAS

Quizás estando sola, de noche, en tu aposento
oirás que alguien te llama sin que tú sepas quién,
y aprenderás entonces, que hay cosas como el viento
que existen ciertamente, pero que no se ven...

Y también es posible que una tarde de hastío
como florece un surco, te renazca un afán,
y aprenderás entonces que hay cosas como el río
que se están yendo siempre, pero que no se van...

O al cruzar una calle, tu corazón risueño
recordará una pena que no tuviste ayer
y aprenderás entonces que hay cosas como el sueño,
cosas que nunca han sido, pero que pueden ser...

Por más que tú prefieras ignorar estas cosas
sabrás por qué suspiras oyendo una canción
y aprenderás entonces que hay cosas como rosas,
cosas que son hermosas, sin saber que lo son...

Y una tarde cualquiera, sentirás que te has ido
y un soplo de ceniza regará tu jardín,
y aprenderás entonces, que el tiempo y el olvido
son las únicas cosas que nunca tienen fin.
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POEMA DEL LOCO AMOR

I
No, nada llega tarde, porque todas las cosas
tienen su tiempo justo, como el trigo y las rosas;
sólo que, a diferencia de la espiga y la flor,
cualquier tiempo es el tiempo de que llegue el amor.
No, Amor no llega tarde. Tu corazón y el mío
saben secretamente que no hay amor tardío.
Amor, a cualquier hora, cuando toca a una puerta,
la toca desde adentro, porque ya estaba abierta.
Y hay un amor valiente y hay un amor cobarde,
pero, de cualquier modo, ninguno llega tarde.

II
Amor, el niño loco de la loca sonrisa,
viene con pasos lentos igual que viene a prisa;
pero nadie está a salvo, nadie, si el niño loco
lanza al azar su flecha, por divertirse un poco.
Así ocurre que un niño travieso se divierte,
y un hombre, un hombre triste, queda herido de muerte.
Y más, cuando la flecha se le encona en la herida,
porque lleva el veneno de una ilusión prohibida.
Y el hombre arde en su llama de pasión, y arde, y arde
Y ni siquiera entonces el amor llega tarde.

III
No, yo no diré nunca qué noche de verano
me estremeció la fiebre de tu mano en mi mano.
No diré que esa noche que sólo a ti te digo,
se me encendió en la sangre lo que soñé contigo.
No, no diré esas cosas, y, todavía menos,
la delicia culpable de contemplar tus senos.
Y no diré tampoco lo que vi en tu mirada,
que era como la llave de una puerta cerrada.
Nada más. No era el tiempo de la espiga y la flor,
y ni siquiera entonces llegó tarde el amor.
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POEMA PARA OLVIDARTE

Amar -nadie lo ignora- viene a ser como un juego:
el juego de dos almas y el juego de dos vidas.
Y hay quien gana y quien pierde. Tal vez lo sabrás luego,
si yo logro olvidarte pero tú no me olvidas.

Yo sé por qué lo digo. La vida tiene un modo
sutil de detenerse mientras sigue adelante,
y una mujer bonita puede olvidarlo todo
menos su última cita con su primer amante.

Por eso, allá... tan lejos.. en tus tardes de hastío,
puede ser que comprendas que el hombre a quien quisiste
llenó de mariposas tu corazón vacío
y de fechas alegres tu calendario triste.

Y como tu pasado no pasó todavía
tendrás que recordarme viendo en tu tocador
aquellos espejuelos oscuros con que un día
disimulaste un poco tus ojeras de amor.

Y yo sé que otro día, de rezos y conjuros,
te dirán que me he muerto  -yo sé que será así-
y te pondrás los mismos espejuelos oscuros
para que nadie sepa que lloraste por mí.